No tengo mucha experiencia en comida brasilera, pero este primer acercamiento fue fantástico, 15 cortes de carne (con repeticiones ilimitadas como es la costumbre en estos casos).
Buen ambiente, servicio, ideal para un almuerzo con familia o amigos o una cena romántica en la noche con un buen vino.
Que me encantó del sitio, a parte de su buena comida y ambiente... ¡que los meseros están permanentemente pendientes de servirte el siguiente corte de carne!
Una más de las excelentes opciones que ofrece el sector de Usaquén en Bogotá.