La Guardia:
Bueno, este restaurante merece una reseña
especial, porque es un lugar particular, para empezar no lo va encontrar
abierto, esto es porque solo funciona bajo reserva exclusiva para un mínimo de
8 personas y un máximo de 30; adicional a esto tiene una huerta orgánica, de la
cual hace aprovechamiento en las preparaciones.
El menú se selecciona previamente de
acuerdo al gusto de los asistentes y lo mejor es que las personas pueden
participar en la elaboración de los platos, esto por supuesto crea una experiencia
maravillosa de interacción del grupo, además de ofrecer una experiencia
diferente.
El ambiente es cálido y el servicio es
excelente; hay varios comedores, pero el mejor ubicado es el que está al frente
de la cocina abierta, en la cual se puede observar a los chefs en sus tareas, y
como lo mencione previamente, interactuando con ellos.
Algo que debe tener en cuenta y que es muy
importante, es que la experiencia esta recreada bajo la tendencia "Slow
Food", por lo tanto debe disponer de tiempo para disfrutar realmente, aquí
perfectamente una cena puede tomar aproximadamente 3 horas y puede ser más;
este detalle hace que la elección sea propicia para una reunión con amigos,
donde el objetivo sea compartir un rato agradable (ideal para una bienvenida, una
despedida, un reencuentro, un cumpleaños o similares).
Aunque el menú es a elección recomiendo con especial énfasis los
canelones de mango con relleno de maracuyá en salsa de chocolate blanco y leche
de coco... ¡sencillamente alucinantes! (mi
memoria no los puede olvidar)
¡Hacer una reseña de este tipo de
restaurantes es realmente emocionante!, es una lástima que no sea fácilmente
accesible, pero vale la pena que reúnan el grupo de 8 personas requerido.
La única observación que tengo es que las porciones son realmente "gourmet", muy a mi pesar, porque cada plato estuvo delicioso.